
En muchos paises especialmente América Latina y el Caribe, todos los países de la región —excepto Cuba—tienen el estatus de democracias y su régimen político se basa en la doctrina representativa; es decir que las autoridades surgen del poder popular que ejerce la sociedad al elegir sus representantes mediante el poder del voto.
Según el Latinobarómetro del año 2020 el 55.2% de los ciudadanos en latinoamérica prefiere un sistema democrático por sobre otras formas de gobierno; así mismo el 52.5% está de acuerdo con el hecho de que las elecciones ofrecen a los votantes una real opción de elegir entre partidos y candidatos.
Sin embargo, en cada proceso electoral las muestras de descontento por los organismos que deben garantizar un adecuado ejercicio del sufragio, se incrementan y ahondan la crisis política de la región. La credibilidad sobre los procesos electorales en América Latina es baja, como lo indican, en general, los índices de abstención y diversos estudios de opinión.
Según Latinobarómetro, ni los Organismos Electorales (28% de confianza, en promedio), ni los partidos políticos (21% de confianza, en promedio) tienen niveles de confianza aceptables en las democracias latinoamericanas. La idea de fraude electoral siempre está presente, entendiendo que es posible influir o alterar los resultados emitidos por la ciudadanía en las urna, así mismo el Latinobarómetro de 2018 indica que en gran medida esta desconfianza se debe a los sistemas informáticos utilizados en estos procesos que se han caracterizado por ser:
- Altamente manipulables.
- Poco auditables.
- Centralizados
- Poco transparentes.
- Poco confiables
- No permite la auditoría de los ciudadanos.
Sistemas de votación actuales.
Como lo indica la CELAG en el documento ¿Quién cuenta los votos en América Latina?, existe una discusión alrededor del uso o no del voto electrónico. Debido a las condiciones socio-políticas los países son cautelosos frente a la posibilidad del uso del voto electrónico y/o telemático.
La implementación de este tipo de mecanismo de sufragio significa grandes beneficios como ahorro de recursos y resultados en poco tiempo, pero a pesar de estos beneficios su adopción/implementación aún no son viables sobre todo por los bajos niveles de confianza en los Organismos Electorales y los desafíos técnicos que representan por la vulnerabilidad de los códigos de seguridad del sistema informático y la dificultad para los partidos para impugnar votos en el instante del escrutinio y de contar con una prueba física del voto; de ahí que:
En la mayoría de casos en Latino América el conteo o escrutinio de votos es un acto público en el cual los miembros de las denominadas juntas receptoras de votos cuentan uno a uno los votos que previamente los electores depositaron en una urna.
Posterior al conteo de votos, los responsable del conteo de los votos deben llenar un formulario con los resultados obtenidos del conteo, dichos formularios se los conoce como actas de escrutinio.
Posteriormente se realiza el cómputo de los votos, esta es una actividad computarizada que consiste en:

a.- Digitalizar el acta de escrutinio.
Se escanea las actas de escrutinio y se los almacena de manera centralizada, cabe indicar que previamente hace un reconocimiento de código de barras para identificar la jurisdicción a la pertenece dicha acta.
b.- Reconocimiento inteligente de caracteres.
Como una forma de dar celeridad al proceso las imágenes de las actas se procesan mediante el reconocimiento inteligente de caracteres, es decir se un componente de software analiza la imagen de acta y detecta la cantidad de votos que le corresponde a uno u otro candidato.
c.- Recorte de imagen en secciones
La imagen del acta de escrutinios se dividen (cortan) en secciones, cada sección contiene los votos recibidos por el candidato tanto en letras como en número.
En esta fase los usuarios visualizan en la pantalla los votos tanto en letras como en números pero no muestra el nombre del
candidato a quien está asignando los votos; esto con la finalidad
de evitar que los usuarios hagan trampa y asignes votos al
candidato que no le corresponde.
d.- Digitación.
En esta parte del proceso usuarios con un perfil determinado dentro del sistema informático; pueden visualizar las secciones de las actas de escrutinio y deben digitar dichos valores.
e.- Control de Calidad.
Como una forma de dar confianza al proceso de escrutinios se utiliza la validación denomina “2 de 3”, esto consiste en que: si el voto obtenido con el reconocimiento inteligente de caracteres es igual al voto ingresado por el digitador, entonces
ese voto queda en firme; y por lo contrario, si existe diferencias existe un control de calidad en el que un nuevo usuario vuelve a digitar voto.
f.- Totalización.
Es un proceso en el que se suman todos los votos de los candidatos que constan en el acta de escrutinio.
g– Publicación de resultados.
Mediante un módulo o página web se pone a disposición de la
ciudadanía recibidos por los candidatos.